jueves, 25 de diciembre de 2014


...¿Quién no cree en esto o en aquello? ¿Quién no se desangra en la lucha? ¿Quién no llora pensando en el mar? ¿Quién no duerme en un lecho de amapolas? ¿Quién no tiene un sueño de colores posible de tocar? ¿Quién no posee un silencio, un tiempo, una música? ¿Quien no baila su propio ritmo? ¿Quién no tiene un sexo para alegrarse, una palabra en que sentarse, una manía para tener vergüenza? ¿Quién no tiene vergüenza de ser? ¿Quién no está enojado con la muerte?
Yo.
Pero cuando vea al mar. Cuando contemple sus extrañas olas que danzan y arrojan espuma. Yo veré el mar. Un verde infinito perfumará mis ojos. El mar. El mar y su tiempo preñado de pequeños tiempos, y su canto caído del infierno, su humilde reconciliaición de tierra y cielo. Mon dieu...Y cómo me desnudarán las aguas,y cómo me acariciarán. El mar. El mar o la salvación. El mar y su retorno a sí mismo, a un sí mismo que no es mar,que no es nada.

Una vez viene la mano del mar.

Otra vez huye la mano del mar...

Fragmento de Diarios (nueva edición de Ana Becciu),Alejandra Pizarnik

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