Corrompidos por un resplandor de ríos y de grandes sorpresas
hemos perdido
para siempre la paciencia de las familias.
Fuimos demasiado lejos. Libres y sin esperanza como despúes del veneno y del amor
nuestra fuerza es ahora una garra de sol
los labios mas infieles
y apenas nos reconocemos por esas extrañas costumbres
de tatuarnos el
alma con la corriente
Enrique Molina
Tomado de https://caminarporlaplaya.wordpress.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario