La húmeda orilla (1946)
Son otros golpes y otros ritmos los que atraviesan tus
arterias de húmedas arenas.
Son el ritmo y el golpe del combate de la sangre del
hombre y del agua en el río.
Es el urgido paso de los crepúsculos del sol para llegar
a la tierra
y las miríadas de gritos que el universo deja atrás en
sus giros.
Es el nuevo ímpetu y el nuevo ritmo
golpeándome.
Es mi nuevo grito que canto de pie frente a tus costas
mientras tú, húmedo hermano río perpetuo,
me saludas con tus tres brazos abiertos.
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