"Yo lloraba porque no tenía zapatos, hasta que ví un niño que no tenía pies”
La obra del artista Oswaldo Guayasamín representa quizás, todo la vida espiritual d
el Ecuador, con sus expresiones materiales, históricas, sociales y fundamentalmente humanas. No solo abarca, en una especie de evangelio artístico, todas las inquietudes, sueños y realidades de su pueblo, sino que logra captar el espíritu ancestral de la América india, que en la profundidad de la tierra espera por su promesa de redención.
Este impresionante artista, que no solo cultivó la pintura sino la escultura, el grabado, el diseño de joyas, la arquitectura y el coleccionismo de objetos de las culturas milenarias del Ecuador, nació un 6 de julio de 1919. Hijo de padre indígena (de ascendencia quichua), y madre mestiza. Su padre trabajaba como carpintero y, más tarde, como taxista y camionero. La familia vivía en la miseria. Oswaldo fue el primero de diez hijos.
Su aptitud artística despierta a temprana edad. Antes de los ocho años, hace caricaturas de los maestros y compañeros de la escuela. Todas las semanas renueva los anuncios de la tienda abierta por su madre. También vende algunos cuadros hechos sobre trozos de lienzo y cartón, con paisajes y retratos de estrellas de cine, en la Plaza de la Independencia.
A pesar de la oposición de su padre, ingresa a la Escuela de Bellas Artes de Quito. Es la época de la "guerra de los cuatro días", un levantamiento civico militar, del valeroso pueblo ecuatoriano en contra del gobierno de Arroyo del Rio. Durante una manifestación, muere su gran amigo Manjarrés. Este acontecimiento, que más tarde inspirará su obra "Los niños muertos", marca su visión de la gente y de la sociedad y establece de manera un compromiso social a través del arte.
En 1942 expone por primera vez a la edad de 23 años en una sala particular de Quito y provoca un escándalo. La crítica considera esta muestra como un enfrentamiento con la exposición oficial de la Escuela de Bellas Artes. Entre 1942 y 1943 permanece seis meses en EEUU. Con el dinero ganado, viaja a México, en donde conoce al maestro Orozco, quien acepta a Guayasamín como asistente. Esta relación será determinante, ya que el muralismo fue una impronta que lo marcó y a su vez constituye uno de los principales patrimonios culturales de su patria.
También entabla amistad con Pablo Neruda y un año después viaja por diversos países de América Latina, entre ellos Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, encontrando en todos ellos una sociedad indígena oprimida, temática que, desde entonces, aparece siempre en sus obras. En sus pinturas posteriores figurativas trata temas sociales, actuó simplificando las formas. Obtuvo en su juventud todos los Premios Nacionales y fue acreedor, en 1952 , a los 33 años, del Gran Premio de la Bienal de España y más tarde del Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo.
Sus obras llegarán a las mejores galerías del mundo: Venezuela, Francia, México, Cuba, Italia, España, EEUU, Brasil, Colombia, Unión Soviética, China, entre otros. En 1976 crea la Fundación Guayasamín, en Quito, a la que dona su obra y sus colecciones de arte, ya que concibe el arte como un patrimonio de los pueblos.
En 1978 es nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de España, y un año después, miembro de honor de la Academia de Artes de Italia. En 1982 se inaugura en el Aeropuerto de Barajas un mural de 120 metros pintado por Guayasamín. Ese gran mural, elaborado con acrílicos y polvo de marmol, está dividido en dos partes: una de ellas dedicada a España y la otra a Hispanoamérica.
Sus últimas exposiciones las inauguró personalmente en el Museo del Palacio de Luxemburgo, París y en el Museo Palais de Glace en Buenos Aires, en 1995. Logró exponer en museos de la totalidad de las capitales de América, y muchos países de Europa, como en San Petersburgo (Hermitage), Moscú, Praga, Roma, Madrid, Barcelona y Varsovia.
Realizó unas 180 exposiciones individuales y su producción fue muy fructífera en pinturas de caballete, murales, esculturas y monumentos. Tiene murales en Quito (Palacios de Gobierno y Legislativo, Universidad Central, Consejo Provincial); Madrid (Aeropuerto de Barajas); París (Sede de UNESCO); Sao Paulo (Parlamento Latinoamericano en el Memorial de América Latina). Entre sus monumentos se destacan "A la Patria Joven" (Guayaquil, Ecuador); "A La Resistencia" (Rumiñahui) en Quito.
Su obra humanista, señalada como expresionista, refleja el dolor y la miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que le ha tocado vivir al ser humano en este monstruoso Siglo XX marcado por las guerras mundiales, las guerras civiles, los genocidios, los campos de concentración, las dictaduras, las torturas.
Guayasamín fue amigo personal de importantes personajes del mundo, y ha retratado a algunos de ellos, como Fidel Castro y Raúl Castro, Francois y Danielle Mitterrand, Gabriel García Márquez, Rigoberta Menchú, Atahualpa Yupanqui, Carlos Pérez Esquivel.
Fuente:
Canal (á) - Cultura Activa
Algunas imágenes de su obra:
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