miércoles, 4 de noviembre de 2015


Le pusieron un grillo a media pierna.
Lo condenaron a vivir a medias.
Le escondieron la paz y la sonrisa.
Le pusieron el pan a media rienda.
Pero él seguía caminando.
Le vendieron la luna cada noche.
Lo fueron lentamente atornillando.
Le tuvieron las manos ocupadas.
Le sumaron la pena y las estafas.
Pero él seguía caminando.
Le pusieron las piedras por delante.
Le taparon la boca, por si acaso.
Le abrieron una herida por la espalda.
Le sumaron olvido a la condena.
Pero él seguía caminando.
De lejos, bien mirado,
cuando ya era horizonte,
se asemejaba al viento,
aunque según parece
él caminaba potente
¡como el Pueblo!

Hamlet Lima Quintana

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