martes, 30 de julio de 2019


Palpé mi vida con mis dos manos

para ver si estaba ahí -

sostuve mi espíritu en el vaso,

para probar si era más posible -



di vuelta mi ser vuelta y vuelta

y me detuve en cada corral

para preguntar el nombre del dueño -

dudando, de reconocer el sonido -



examiné mis facciones - arreglé mi pelo-

provoqué mis oyuelos, y esperé -

si ellos -brillaban de nuevo-

mi convicción podría, de mi-



me dije a mí misma, "ten coraje, amiga-

eso- fue un tiempo atrás -

pero podríamos aprender a amar el cielo,

como a nuestra vieja casa"


351, Emily Dickinson

No hay comentarios:

Publicar un comentario