martes, 30 de julio de 2019


XVIII

Y es la hiedra que trepa entre las grietas y echa gajos,
y es el picaflor que bebe la dulzura y alza el vuelo,
y es la hormiga que se alimenta de raíces y abre el camino,
y es la frente que se inclina y da contra la piedra,
y es la sangre la que hace polvo tanta grandeza,
tanta eternidad desmoronada hasta el absurdo.

¿Cómo es que tropezamos con nosotros mismos?

Alberto Szpunberg, en El síndrome Yessenin

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