FUEGOS
Cuando vuelvo a verte, todo se torna límpido. Acepto sufrir.
¿Adónde huir? Tú llenas el mundo. No puedo huir más que en tí.
Amar
con los ojos cerrados es amar como un ciego. Amar con los ojos abiertos
tal vez sea amar como un loco: es aceptarlo todo apasionadamente: Yo te
amo como una loca.
Dios mío, en vuestras manos entrego mi cuerpo.
Se dice: loco de alegría. También podría decirse: cuerdo de dolor.
Poseer
es lo mismo que conocer: las Escrituras siempre tienen razón. El amor
es brujo: sabe los secretos; es un zahorí: conoce los manantiales. La
indiferencia es tuerta; el odio es ciego; ambas tropiezan una al lado de
la otra y caen a la fosa del desprecio. La indiferencia ignora; el amor
sabe; deletrea la carne. Hay que gozar de un ser para tener ocasión de
contemplarlo desnudo. Ha sido preciso que yo te ame para llegar a
comprender que la más mediocre o la peor de las personas humanas es
digna de inspirar allá arriba el sacrificio de Dios.
El amor es un castigo. Somos castigados por no haber podido quedarnos solos.
Qué insípido hubiera sido ser feliz.
Dejar de ser amada es convertirse en invisible. Tú ya no te das cuenta de que poseo un cuerpo.
(Fragmentos extraídos del libro de MARGUERITE YOURCENAR. Traducción Emma Calatayud. Punto de lectura)
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