Cordón
Como pan y aceitunas y amamanto
a mi hija. Entre cinco varones
ella estaba esperándome. Tiene un hilo
de selva anudado en su ombligo. Gira
toda la tierra cuando miro
su cara. Huele a alba y a cera,
a pan recién cocido y a todo
lo que nace y empieza.
Como pan y aceitunas, y la leche
de un río me atraviesa para hacerme
manjar nuevo en su boca.
Juana Castro
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