lunes, 11 de mayo de 2015


El rayo que no cesa

¿No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras
y de fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?
¿No cesará esta terca estalactita 
de cultivar sus duras cabelleras 
como espadas y rígidas hogueras 
hacia mi corazón que muge y grita?
Este rayo ni cesa ni se agota: 
de mí mismo tomó su procedencia 
y ejercita en mí mismo sus furores.
Esta obstinada piedra de mí brota 
y sobre mí dirige la insistencia 
de sus lluviosos rayos destructores.

Miguel Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario