Hubiera perdido la confianza en el futuro,

si no hubiera conocido gentes que han perdido su futuro.

Pueden, pero no quieren, hacerse ricos:

guardan avariciosamente su inocente pobreza.

Pueden, pero no quieren, conseguir fama:

han elegido el orgullo de ser unos don nadie.

Pueden –¡qué esfuerzo tan ínfimo!–

pero no quieren, trepar hacia las alturas.

Han tomado el camino que va hacia abajo,

hasta la cima de la raíz.

Para desde allí descubrir la perspectiva oculta

de la flor y del fruto –todavía preembrionarios.

Ingenuos anónimos que habéis perdido el futuro:

sin vosotros hubiera perdido la confianza en el futuro.

Blaga Dimitrova