martes, 11 de febrero de 2014


Entre los claros milagros

Estoy entre los claros milagros de este día
Surgido azul, radiante, de la luz; baja el viento
Como una sencilla esperanza: aguarda
Todo una plenitud que se va dando
Entre los ciertos, claros milagros de este día.
Escucho cómo algo late en el fondo, arde
Como una seca música, como a la vuelta
De este sol y este cielo: pensar es ahora hundir
Las manos, conceder la palabra al silencio;
Es el viento, la sencilla esperanza.
Lanzo
Hacia las lentas palabras de los astros,
Como llamas, voraces deseos que regresan
De inútil vuelo. Hay una línea, un borde irónico
Donde encontramos y perdemos.
(El día azul
Sigue ascendiendo, como una rosa de incendio).


Roberto Fernández Retamar
SOPLOS

Escucha más a menudo
Las Cosas que a los Seres,
Se oye la voz del Fuego,
Oye la voz del Agua,
Escucha en el Viento
Al Zarzal en sollozos:
Es el soplo de los Antepasados.
Los que han muerto no se han ido nunca
Están en la Sombra que se ilumina
Y en la Sombra que se espesa,
Los muertos no están bajo la Tierra
Están en el Árbol que tiembla,
Están en Bosque que gime,
Están en el Agua que corre,
Están en el Agua que duerme,
Están en la Choza, están en la Multitud
Los Muertos no han muerto.
Escucha más a menudo
Las Cosas que a los Seres,
Se oye la voz del Fuego,
Oye la voz del Agua,
Escucha en el Viento
Al Zarzal en sollozos:
Es el soplo de los Antepasados muertos
Que no han partido
Que no están bajo la Tierra,
Que no están muertos.
Los Muertos no se han ido nunca:
Están en el Seno de la Mujer,
Están en el Niño que llora,
Y en el Tizón que se enciende,
Los Muertos no están bajo la Tierra,
Están en el Fuego que se apaga,
Están en la Roca que se queja,
Están en las Hierbas que lloran,
Están en la Selva, están en la Morada.
Los muertos no están muertos.

Birago Diop