martes, 28 de julio de 2015



VIVIR LA UTOPÍA


Vivir la utopía es un documental de 1997, producido por TVE y dirigido por Juan Gamero, en el cual se describe la experiencia anarcosindicalista y anarcocomunista vivida en España que transformó radicalmente las estructuras de la sociedad en amplias zonas del bando republicano, evento denominado revolución española, durante la guerra civil de 1936-39.
Consta de 30 entrevistas con sobrevivientes anarquistas de la revolución española, cuyo testimonio muestra la labor constructiva de la revolución social y los antecedentes históricos del movimiento libertario español. Esta labor constructiva significó según el documental la organización de colectividades agrícolas de alrededor de 7 millones de campesinos, 3000 fábricas y empresas colectivamente autogestionadas en las ciudades, la unión de 150.000 milicianos anarquistas contra el fascismo, así como las actividades culturales y el movimiento Mujeres Libres de mujeres contra el patriarcado.



martes, 21 de julio de 2015


Meditación sobre Sierra Maestra

Quiero hablar con las últimas estrellas
ahora,elevado en este monte humano,
solo estoy con la noche compañera
y un corazón gastado por los años:
Llegué de lejos a estas soledades,
tengo derecho al sueño soberano,
a descansar con los ojos abiertos
entre los ojos de los fatigados,
y mientras duerme el hombre con su tribu,
cuando todos los ojos se cerraron,
los pueblos sumergidos de la noche,
el cielo de rosales estrellados,
dejo que el tiempo corra por mi cara
como aire oscuro o corazón mojado
y veo lo que viene y lo que nace,
los dolores que fueron derrotados,
las pobres esperanzas de mi pueblo:
los niños en la escuela con zapatos,
el pan y la justicia repartiéndose 
como el sol se reparte en el verano.
Veo la sencillez desarrollada,
la pureza del hombre con su arado
y entre la agricultura voy y vuelvo
sin encontrar inmensos hacendados.
Es tan fácil la luz y no se hallaba:
el amor parecía tan lejano:
estuvo siempre cerca de la razón:
nosotros éramos los extraviados
y ya creíamos en un mundo triste
lleno de emperadores y soldados
cuando se vio de pronto que se fueron
para siempre los crueles y los malos
y todo el mundo se quedó tranquilo
en su casa,en la calle,trabajando.
Y ahora ya se sabe que no es bueno
que esté la tierra en unas pocas manos,
que no hay necesidad de andar corriendo
entre gobernadores y juzgados.
Qué sencilla es la paz y qué difícil
embestirse con piedras y con palos
todos los días y todas las noches
como si ya no fuéramos cristianos.
Alta es la noche y pura como piedra
y con su frío toca mi costado
como diciéndome que duerma pronto,
que ya están mis trabajos terminados.
Pero tengo que hablar con las estrellas,
hablar en un idioma oscuro y claro
y con la noche misma conversar
con sencillez como hermana y hermano.
Me envuelve con fragancia poderosa
y me toca la noche con sus manos:
me doy cuenta que soy aquel nocturno
que dejé atrás en el tiempo lejano
cuando la primavera estudiantil
palpitaba en mi traje provinciano.
Todo el amor de aquel tiempo perdido
el dolor de un aroma arrebatado,
el color de una calle con cenizas,
y el cielo inextinguible de unas manos!
Y luego aquellos clima devorantes
donde mi corazón fue devorado,
los navíos que huían sin destino,
los países oscuros o delgados,
aquella fiebre que tuve en Birmania
y aquel amor que fue crucificado.
Soy sólo un hombre y llevo mis castigos
como cualquier mortal apesarado
de amar,amar,amar sin que lo amaran
y de no amar habiendo sido amado.
Y surgen las cenizas de una noche,
cerca del mar,en un río sagrado,
y un cadáver oscuro de mujer
ardiendo en un brasero abandonado:
el Irrawadhy desde la espesura
mueve sus aguas y su luz de escualo.
Los pescadores de Ceylán que alzaban
conmigo todo el mar y sus pescados
y las redes chorreando milagrosos
peces de terciopelo colorado
mientras los elefantes esperaban
a que les diera un fruto con mis manos.
Ay cuánto tiempo es el que en mis mejillas
se acumuló como un reloj opaco
que acarrea en su frágil movimiento
un hilo interminablemente largo
que comienza con un niño que llora
y acaba en un viajero con un saco!
Después llegó la guerra y sus dolores
y me tocan los ojos y me buscan
en la noche los muertos españoles,
los busco y no me ven y sin embargo
veo sus apagados resplandores:
Don Antonio morir sin esperanza,
Miguel Hernández muerto en sus prisiones
y el pobre Federico asesinado
por los medioevales malhechores,
por la caterva infiel de los Paneros:
los asesinos de los ruiseñores.
Ay tanta y tanta sombra y tanta sangre
me llaman esta noche por mi nombre:
ahora me tocan con alas heladas
y me señalan su martirio enorme:
nadie los ha vengado,y me lo piden.
Y sólo mi ternura los conoce.
Ay cuánta noche cabe en una noche
sin desbordar esta celeste copa,
suena el silencio de las lejanías
como una inaccesible caracola
y caen en mis manos las estrellas
llenas aún de música y de sombra.
En este espacio el tumultuoso peso
de mi vida no vence ni solloza
y despido al dolor que me visita
como si despidiera a una paloma:
si hay cuentas que sacar hay que sacarlas
con lo que va a venir y que se asoma,
con la felicidad de todo el mundo
y no con lo que el tiempo desmorona.
Y aquí en el cielo de Sierra Maestra
yo sólo alcanzo a saludar la aurora
porque se me hizo tarde en mis quehaceres,
se me pasó la vida en tantas cosas,
que dejo mis trabajos a otras manos
y mi canción la cantará otra boca.
Porque así se encadena la jornada
y floreciendo seguirá la rosa.
No se detiene el hombre en su camino:
otro toma las armas misteriosas:
no tiene fin la primavera humana,
del invierno salió la mariposa
y era mucho más frágil que una flor
por eso su belleza no reposa
y se mueven sus alas de color
con una matemática radiosa.
Y un hombre construyó solo una puerta
y no sacó del mar sino una gota
hasta que de una vida a otra vida
levantaremos la ciudad dichosa
con los brazos de los que ya no viven
y con la manos que no han nacido ahora.
Es esa la unidad que alcanzaremos:
la luz organizada por la sombra,
por la continuidad de los deseos
y el tiempo que camina por las horas
hasta que ya todos estén contentos.
Y así comienza una vez más la Historia.
Y así pues,en lo alto de estos montes,
lejos de Chile y sus cordilleras
recibo mi pasado en una copa
y la levanto por la tierra entera,
y aunque mi patria circule en mi sangre
sin que nunca se apague su carrera
en esta hora mi razón nocturna
señala en Cuba la común bandera
del hemisferio oscuro que esperaba
por fin una victoria verdadera.
La dejo en esta cumbre custodiada,
alta,ondeando sobre las praderas
indicando a los pueblos agobiados
la dignidad nacida en la pelea:
Cuba en un mástil claro que divisan
a través del espacio y las tinieblas,
es como un árbol que nació en el centro
del mar Caribe y sus antiguas penas:
su follaje se ve de todas partes
y sus semillas van bajo tierra,
elevando en la América sombría
el edificio de la primavera.

Pablo Neruda


Al triste

Ahí está lo que fue: la terca espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.

Jorge Luis Borges

domingo, 19 de julio de 2015


La cantidad de mundos
que con los ojos abres,
que cierras con los brazos.
La cantidad de mundos
que con los ojos cierras,
que con los brazos abres.

Miguel Hernández (España, 1910-1942)

martes, 14 de julio de 2015


Luna sola 

Luna sola de los campos.
Pienso en las bellezas
perdidas.
Pero ¿es pérdida ésta?
Veo una luna abandonada
tan hermosa como ésta
sin nadie que la contemple.
¿Nadie siente
cómo los campos anochecidos
se van alumbrando, flotantes,
y descubren horizontes
marinos
con el humo de alguna
arboleda perdida?
¿Nadie?
Las ramas
están pálidas de encanto
y un sutil calofrío
recorre las hojas.
¿Acaso este pájaro
que aletea?
Luna de oro entre los ceibos.
Luna sola de los campos.

Juan L. Ortíz


'The Entire City', Max Ernst



Variaciones de la luz 

Un revuelo naranja al poniente
en lucha libre con el violeta
donde se hace de repente un claro
verde como aquel rayo purísimo
perseguido en la juventud
y al fondo el coro de gallinetas
y un silencio al frente que corta
el tajo de luna con más silencio
y plata y noche hasta que sólo
quedan las luces de tu casa
a veces como mágicas naranjas
dulces y en la soledad amargas

Diana Bellesi


Como una espina dulce 

¿Se vuelve viva
la frase antigua
de pronto recordada
y asume el presente arcaico
de un golpe de aire
que albergamos en la cara?
sonido y tacto hacen mundos
de tan materiales casi abstractos
...silbo de aire que corta los sentidos,
silbo de este pájaro
que pincha como una espina
dulce mi corazón... "hierve el agua,
mi piojito", decía el padre
en la cocina de la casa
y la frase me devuelve algo
perdido y bello en los estados
fronterizos del alma...

Diana Bellesi

lunes, 13 de julio de 2015


Mawün – Lluvia

Nagpay tapül rayen kechi
kiñeke wag nagpay
umülünmu rupay
kachill ñi piuke
ka füchküllmaenew ñi mollfüñ.

Bajó como pétalos de flores
gota a gota
y cayó sobre mi cabeza
luego se escurrió
cerca de mi corazón
refrescando mis venas sedientas.

Leonel Lienlaf

domingo, 12 de julio de 2015


Georges Brassens 


Georges Brassens (Sète, Languedoc-Rosellón, Francia, 22 de octubre de 1921-Saint-Gély-du-Fesc, cerca de Montpellier, 29 de octubre de 1981) fue un cantautor francés, exponente relevante tanto de la chanson francesa como de la trova anarquista del siglo XX.
Alcanzó la fama gracias a las melodías de sus canciones, sencillas y elegantes; y a sus letras, variadas y elaboradas. Se le considera uno de los mejores poetas franceses de la posguerra (ganó el premio nacional de poesía). Puso música a poemas de muchos otros escritores, como Louis Aragon, Victor Hugo, Jean Richepin, François Villon y otros. Fuera de su país, actuó en Suiza, Bélgica, Canadá e Inglaterra. Es célebre la grabación en vivo de Brassens cantando en Londres la «Ballade des dames du temps jadis», poema del mencionado Villon donde el autor se pregunta «y que fue de Juana, la buena lorena que los ingleses quemaron en Rouen».

(Fuente: Wikipedia)




La mala reputación (La mauvaise réputation)


viernes, 10 de julio de 2015


EL ASTRONAUTA

I
SI ME encontré en estas regiones reconcentradas y calcáreas,
fue por equivocaciones de padre y madre en mi planeta:
me aburrieron tanto los unos como los otros inclementes:
dejé plantados a los puros, desencadené cierta locura
y seguí haciendo regalos a los hostiles.

II 
Llegué porque me invitaron a una estrella recién abierta:
ya Leonov me había dicho que cruzaríamos colores 
de azufre inmenso y amaranto, fuego furioso de turquesa,
zonas insólitas de plata como espejos efervescentes 
y cuando ya me quedé solo sobre la calvicie del cielo 
en esta zona parecida a la extensión de Antofagasta,
a la soledad de Atacama, a las alturas de Mongolia, 
me desnudé para vivir en el calor del mundo virgen, 
del mundo viej o de una estrella que agonizaba o que nacía. 

III 
No me hacía falta la ropa sino el lenguaje, recogí
una suavísima, metálica flor, una rosa cuyo rocío 
cayó perforando el suelo como un torrente de mercurio 
y por ese cauce escuché de gruta en gruta el rocío
bajar las escalinatas de cristal dormido y gastado.
Gastado por quién? Por los sueños? Por la vida con
apellido? 
Por animales o personas, elefantes o analfabetos? 
y de pronto me sorprendí buscando otra vez con tristeza 
la identidad, la historia, el cuento éle los que dejé en la
tierra. 

IV 
Tal vez aquí en estas arrugas, bajo tostas costras esteparias,
bajo el volcánico estandarte de las cenizas celestiales 
existió o existe la envidia que me mordió por los caminos
terrestres, como un caimán de cuarenta colas podridas?
Aquí también prosperará el caníbal parasitario, 
el cínico, el frívolo dicharachista sostenido por sus 
cosméticos? 

(Cuando ya la memoria de lo que fui se borre 
con la repetición de la ola en la arena, y no recuerde nadie lo que hice o no hice
quIero que me perdonen de antemano, 
no tuve tiempo nunca de hacer o no hacer nada:
porque la vida entera me la pasé pidiendo,
para que los demás alguna vez pudieran vivir tranquilos.)

V
Pero encontré sólo los huesos del silencio carbonizado:
buscando bajé las estratas de mortífera astrología: 
iguanas muertas tal vez eran los vestigios del polvo,
edades que se trituraron y quedaba solo el fulgor 
y era toda la estrella aquella como una antigua mariposa
de ancestrales alas que apenas tocadas se desvanecían
apareciendo entonces un agujero de metal, 
una cueva en cuyo pasado brillaban las piedras del frío. 

VI 
Me perdí por las galerías del sol tal vez derribado 
o en la luna sin corazón con sus espejos carcomidos
y como en la seguridad de mi país inseguro 
aquí el miedo me manejaba los pies en el descubrimiento.

Pero no hallé cómo alabar el alabastro que corría 
derretido, por las gargantas de piedra pómez astringente,
y cómo, con quién hablar del tesoro negro que huía
con el río del azabache por las calles cicatrizadas?

VII
Poco a poco el silencio me hizo un Robinson asustadizo 
sin ropa .pero sin hambre, sin sed porque por los poros
a luz mineral nutría y humedecía, pero poco
a poco el planeta me descolgó de mi lengua, 
y erre sm IdIoma, oscuro, por las arenas del silencio.

Oh soledad espacial del silencio! Se deshace
el, ruido del corazón y cuando sobresaltado
oí un. silencio debajo o de otro silencio mayor: 
me fuíadelgazando hasta ser sólo silencio en aquel barrio del
cielo  
donde caí y fui enterrado por un cauce silencioso, 
por un gran no de esmeraldas que no sabían cantar.

Pablo Neruda


Aquí estoy con mi pobre cuerpo

Aquí estoy con mi pobre cuerpo frente al crepúsculo
que entinta de oros rojos el cielo de la tarde:
mientras entre la niebla los árboles oscuros
se libertan y salen a danzar por las calles.

Yo no sé por qué estoy aquí, ni cuándo vine
ni por qué la luz roja del sol lo llena todo:
me basta con sentir frente a mi cuerpo triste
la inmensidad de un cielo de luz teñido de oro,

la inmensa rojedad de un sol que ya no existe,
el inmenso cadáver de una tierra ya muerta,
y frente a las astrales luminarias que tiñen el cielo,
la inmensidad de mi alma bajo la tarde inmensa.

Pablo Neruda

Pastoral

Voy copiando montañas,ríos,nubes,
saco mi pluma del bolsillo,anoto
un pájaro que sube
o una araña en su fábrica de seda,
no se me ocurre nada más:soy aire,
aire abierto,donde circula el trigo
y me conmueve un vuelo,la insegura
dirección de una hoja,el redondo 
ojo inmóvil de un pez en el lago,
las estatuas que vuelan en las nubes,
las multiplicaciones de la lluvia.

No se me ocurre más que el transparente
estío, no canto más que el viento,
y así pasa la historia con su carro
recogiendo mortajas y medallas,
y pasa, y yo no siento sino ríos, me
quedo solo con la primavera. 

Pastor,pastor, no sabes
que te esperan?

Le sé,lo sé,pero aquí junto al agua,
mientras crepitan y arden las cigarras
aunque me esperen yo quiero esperarme,
yo también quiero verme,
quiero saber al fin cómo me siento,
y cuando llegue donde yo me espero,
voy a dormirme muerto de la risa.

Pablo Neruda




Un día...

Andas por esos mundos como yo; no me digas
que no existes, existes, nos hemos de encontrar;
no nos conoceremos, disfrazados y torpes
por los caminos echaremos a andar.

No nos conoceremos, distantes uno de otro
sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos, el camino volviendo a desandar.

Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto... cuando ocurra, si ocurre,
¿sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?

Alfonsina Storni