domingo, 4 de agosto de 2019


La rebelión de las cosas

¿Escuchaste a las cosas hablar?
¿murmurarte su calma
cuando entrás a tu casa?
vasijas, libros, piedras recogidas
una muchedumbre por los estantes
te interpela.
¿Las escuchás rebelarse?
¿decirte de tu alteración
al manipularlas?
se vuelca la sartén
se derrama el aceite y pudo
haber sido
una catástrofe.
¿Escuchaste a las cosas hablar?
a veces incluso dar lecciones,
de termodinámica con la vibración
que las desliza,
con el calor
que las hace intratables,
o de astronomía
cuando una planta te indica
por su palidez el exceso
de luz, las entradas
del sol, según las épocas.
Maestras silenciosas del azar
y los cambios, en la repetición:
es julio y ya están abriendo
los pimpollos de jazmín.
Limpiaste de hojas el cantero
y sin buscarlo creció un helecho.
Un círculo de irregularidades
a cada instante te convoca;
verdadera academia
socrática de la convivencia.
Cada perla hallada, un mundo
completo y orgánico.
Cada día afinar
la escucha.

Alicia Genovese
(de La línea del desierto, Gog y Magog 2018)

Morí por la Belleza

Morí por la Belleza, pero apenas
pude acostumbrarme a mi tumba,
uno que murió por la Verdad
se instaló en el cuarto contiguo.
Me preguntó suavemente por qué caí.
«Por la Belleza», respondí.
«Yo por la Verdad, y ambas son una,
por lo que somos hermanos», dijo él.
Y así, como parientes reunidos en la noche,
Hablamos de un cuarto al otro
hasta que el musgo alcanzó nuestros labios
y cubrió nuestros nombres.

Emily Dickinson