sábado, 28 de febrero de 2015


Uno busca y busca, pero de golpe encuentra.
Uno busca sin esperanza, y cuando encuentra se queda como helado. A veces hasta siente un desencanto.
Las cosas valen por lo que la gente cree de ellas.
Si por lo menos tuvieras razón. Pero ahí no hay nada. Aquí no hay nada. Estamos solos, y nos tenemos miedo.
Sí, yo quería estar solo. Después uno descubre que es imposible. Esto está vacío, sabés, pero no estamos solos.
Estás lleno de ceniza, de hojas secas. Siento llover pesadamente dentro de vos.
Sos igualita a un tango que me olvidé y que me gustaba.
Mis pasos me llevan a un sitio que ignoro; pero yo soy mis pasos.
Erase un hombre que jugaba con las palabras, y que murió de ellas.
No me gusta este camino. Andamos por él o él anda por nosotros.
Un camino necesita del viajero para conocerse. Como enseña la filosofía.
La normalidad es una cosa tan anormal.
No hay libertad alegre. Sólo las cárceles pueden ser alegres. Basta que tengan la apariencia de casas o de vidas o de mujeres.
Es bueno quedarse solo. Poco a poco se empieza a pensar. No es fácil, la máquina está herrumbrada. Poco a poco, primero una idea, luego otra, después un puente que las une, la tercera que pasa por encima.

Julio Cortázar

La tarde mira al agua,
azul,
y el agua es toda la tarde,
azul.

¿Nada más?
Y el pajonal bajo y pálido
y la arena y el prado
con el ganado lejano?

Nada más.
El agua azul, la tarde azul.
Un parpadeo azul,
un amor azul.

¿Quién danza dentro o se va?
Se va, y bajo las chispas
del tiempo azul,
una huida melancólica.

¿Y el verde infantil, el verde?
Oh, es un doliente ir, por qué?

La soledad de verde y azul
anhela quién sabe qué bajo el sol.

Esta es el alma, amigo,
en dos notas tendida, y suspirando
bajo un aire de diamantes
y de vuelos altos, altos...

-La brisa profunda- 1954

 Juan L. Ortiz

jueves, 26 de febrero de 2015


Para hacer un talismán

Se necesita sólo tu corazón
hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios.
Un corazón apenas, como un crisol de brasas para la idolatría.
Nada más que un indefenso corazón enamorado.
Déjalo a la intemperie,
donde la hierba aúlle sus endechas de nodriza loca
y no pueda dormir,
donde el viento y la lluvia dejen caer su látigo en un golpe de azul escalofrío
sin convertirlo en mármol y sin partirlo en dos,
donde la oscuridad abra sus madrigueras a todas las jaurías
y no logre olvidar.
Arrójalo después desde lo alto de su amor al hervidero de la bruma.
Ponlo luego a secar en el sordo regazo de la piedra,
y escarba, escarba en él con una aguja fría hasta arrancar el último grano de esperanza.
Deja que lo sofoquen las fiebres y la ortiga,
que lo sacuda el trote ritual de la alimaña,
que lo envuelva la injuria hecha con los jirones de sus antiguas glorias.
Y cuando un día un año lo aprisione con la garra de un siglo,
antes que sea tarde,
antes que se convierta en momia deslumbrante,
abre de par en par y una por una todas sus heridas:
que las exhiba al sol de la piedad, lo mismo que el mendigo,
que plaña su delirio en el desierto,
hasta que sólo el eco de un nombre crezca en él con la furia del hambre:
un incesante golpe de cuchara contra el plato vacío.
Si sobrevive aún,
si ha llegado hasta aquí hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios;
he ahí un talismán más inflexible que la ley,
más fuerte que las armas y el mal del enemigo.
Guárdalo en la vigilia de tu pecho igual que a un centinela.
Pero vela con él.
Puede crecer en ti como la mordedura de la lepra;
puede ser tu verdugo.
¡El inocente monstruo, el insaciable comensal de tu muerte!

Olga Orozco

martes, 24 de febrero de 2015


Adagia

La poesía aumenta la sensibilidad para la realidad.
A medida que la razón destruye, el poeta debe crear.
No todos los días el mundo se ordena en un poema.
La tierra no es una construcción, sino un cuerpo.
El gran poema es el cuerpo.

Wallace Stevens

martes, 10 de febrero de 2015


TANTO SER DIVERSO

Tanto ser diverso (tantos dioses y demonios
éste más ávido que aquél) es un hombre

(tan fácilmente uno se esconde en otro;
y, no obstante, cada uno, siendo todos, no escapa de ninguno)
tumulto tan vasto es el deseo más simple:
tan despiadada mortandad la esperanza
más inocente (tan profundo el espíritu del cuerpo,
tan lúcido eso que la vigilia llama sueño)

tan solitario y tan nunca el hombre solo
su más breve latido dura un año terrestre
sus más largos años el latido de un sol;
su más leve quietud lo lleva hasta la estrella más joven)

¿Cómo podría ese tanto que se llama a sí mismo Yo
atreverse a comprender su innumerable Quién?

E. E. cummings
E. E. CUMMINGS

E. E. CUMMINGS
E. E. CUMMINGS

domingo, 8 de febrero de 2015


No soy quien escucha...

No soy quien escucha
ese trote llovido que atraviesa mis venas.

No soy quien se pasa la lengua entre los labios,
al sentir que la boca se me llena de arena.

No soy quien espera,
enredado en mis nervios,
que las horas me acerquen el alivio del sueño,
ni el que está con mis manos, de yeso enloquecido,
mirando, entre mis huesos, las áridas paredes.

No soy yo quien escribe estas palabras huérfanas.

Oliverio Girondo

sábado, 7 de febrero de 2015


Reinvención


La vida sólo es posible
reinventada.
Va el sol por los campos
y pasea su dorada mano
por las aguas, por las hojas...
¡Ah, todo burbujas
que brotan de hondas piscinas
de ilusión... - nada jamás.
¡Ah!, todo burbujas
Pero la vida, la vida, la vida,
la vida sólo es posible
reinventada.
Viene la luna, viene, retira
las cadenas de mis brazos.
Me proyecto por espacios
llenos de tu figura.
Sola, equilibrada en el tiempo,
me desprendo del vaivén
que más allá del tiempo me lleva.
Sola, en la tiniebla
permanezco: recibida y dada.
Porque la vida, la vida, la vida,
la vida sólo es posible
reinventada.


Cecilia Meireles

 



Detener

Detener la palabra
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que puede prescindir de todo nido.

El destino es de aire.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.

La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.

Roberto Juarroz


Sí, las rosas

Sí, las rosas
y el canto de los pájaros.
Toda la hermosura del mundo,
y la nobleza del hombre,
y el encanto y la fuerza del espíritu.
Sí, la gracia de la primavera,
las sorpresas del cielo y de la mujer.
¿Pero la hondura negra, el agujero negro,
obsesionantes?

Sí, Dios, lo divino,
a través de la rosa y del rocío,
y del cielo móvil de unos ojos,
¿pero el vacío negro, el horror vago y permanente de la sombra?

Sí, muchachas en la tarde,
niños en los jardines,
paisajes que suenan como melodías perfectas,
versos de Rilke o de Brooke,
entusiasmo generoso de las jóvenes almas
capaz de cambiar el mundo,
belleza del sacrificio y del ideal,
y el amor, y el hijo y la amistad,
¿pero el vacío negro, el escalofrío intermitente del abismo?

J.L.Ortiz
 
 

"Horse’s Skull with Pink Rose",Georgia O'Keeffe


 


 
 
 
 
 
 

viernes, 6 de febrero de 2015



La luna

Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.

Jorge Luís Borges
 
paul klee
"Full moon",Paul Klee
 

Luna llena:
para reposar los ojos
una nube de vez en cuando...

 Matsuo Bashō